- La úlcera péptica se produce cuando se desarrollan lesiones en la mucosa del estómago y/o duodeno.
- La infección en el estómago por la bacteria Helicobacter pylori es la causa más común de las úlceras.
- El uso frecuente o a largo plazo de analgésicos comunes llamados anti-inflamatorios no esteroideos (AINEs) también puede causar úlceras en el estómago.
- Las úlceras son tratadas con éxito con medicamentos que bloquean o inhiben la secreción del ácido y puede ser necesario el uso de antibióticos si existe infección por Helicobacter pylori.
Anatomía gástrica y duodenal.
El revestimiento interno del estómago es una membrana extraordinariamente resistente. La capa de mucosa protege al estómago del ácido secretado donde comienza el proceso de digestión. Mecanismos similares protegen el duodeno (la primera parte del intestino delgado).
La enfermedad del estómago o del duodeno más común es la úlcera péptica que ocurre cuando el ácido del estómago supera las defensas y penetra a través de la mucosa y daña en profundidad causando la formación de la úlcera en la pared. Se estima que uno de cada 10 personas va a experimentar la enfermedad a lo largo de la vida.
Enfermedad ulcero-péptica.
Cuando una bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori) infecta la mucosa del estómago puede causar una úlcera en el estómago o en el duodeno. La úlcera puede causar dolor abdominal y, en algunos casos, sangrado.
Sin tratamiento, la úlcera puede penetrar en profundidad y causar una perforación en el estómago o el duodeno, una situación que requiere cirugía de urgencia. La inflamación crónica de una úlcera puede causar que el tejido del estómago se cicatrice. Con el tiempo, esta cicatriz puede cerrar la salida del estómago, impidiendo que el alimento pase al intestino delgado, causando vómitos y pérdida de peso.
Los científicos han descubierto que muchas úlceras son causadas por la infección de la bacteria H. pylori. No se sabe con exactitud cómo se transmite la bacteria, pero se cree que se propaga de persona a persona a través de las vías de transmisión fecal-oral u oral-oral. También puede ser transmitida por las fuentes de agua contaminada.
Otra causa común de la úlcera péptica es el uso regular de medicamentos para tratar el dolor llamados anti-inflamatorios no-esteroideos (AINEs), tales como la aspirina, diclofenac, ibuprofeno, naproxeno, dipirona, meloxicam y ketorolac, entre otros. Las personas suelen tomar AINEs para reducir el dolor y la inflamación, a menudo para la artritis. El uso frecuente o a largo plazo de los AINEs, especialmente en las personas mayores, puede aumentar el riesgo de desarrollar úlcera y sus complicaciones.
Factores de riesgo.
Los factores de riesgo de úlcera péptica son:
- 50 años de edad o más.
- Beber alcohol en exceso.
- Ser tabaquista.
- Tener antecedentes familiares de úlcera.
- Tomar analgésicos o anti-inflamatorios a dosis altas o a largo plazo.
- Tomar AINEs junto con otros medicamentos como los corticoides y los anticoagulantes.
Síntomas de úlcera péptica.
- El síntoma más común de la úlcera es el dolor o ardor en el estómago (entre el tórax y el ombligo).
- A menudo se siente cuando el estómago está vacío, entre las comidas, pero puede ocurrir en cualquier momento.
- El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas y, a veces, puede despertar a la persona en la mitad de la noche.
- El dolor se reduce a menudo con la ingesta de alimentos, líquidos o antiácidos.
- Cuando la úlcera es gástrica, el dolor puede ceder con el vómito.
Pueden presentarse otros síntomas menos frecuentes:
- Náuseas.
- Vómitos de alimentos.
- Vómitos con sangre.
- Saciedad precoz.
- Sangre en las heces o materia fecal de color negro.
- Pérdida de apetito.
- Cuando una úlcera sangra, puede ocasionar anemia con debilidad y palidez.
Si usted tiene síntomas que pueden ser por una úlcera péptica, llame a su gastroenterólogo y programe una consulta.
El médico le puede pedir un estudio de rayos X llamado radiología seriada gastro-duodenal. En este estudio se le dará un líquido de contraste de bario para beber, es un líquido espeso y blanco. Con este método el radiólogo puede ver las úlceras, inflamación o cicatrices.
Su médico también puede sugerir una endoscopia, que es la prueba más precisa. En este estudio el endoscopista inserta un tubo pequeño y flexible a través de la boca hasta el estómago. El tubo tiene en su interior una cámara que permite al médico detectar gastritis y úlceras. El médico puede tomar pequeñas muestras de la mucosa del estómago (biopsias) para analizar y para detectar la presencia de la bacteria H. pylori. Durante la endoscopia su médico será capaz de ver si es una úlcera en el estómago o en el duodeno y tratarla si está sangrando.
Existen otros métodos para determinar si los pacientes están infectados con H. pylori, tales como el estudio del aliento, para el cual se bebe una sustancia específica y luego se recolecta el aliento para conocer si el paciente tiene o no la bacteria en el estómago. También existe un estudio de sangre para determinar si la persona estuvo o está expuesta a la bacteria.
Tratamiento de la úlcera.
El tratamiento consiste en medidas dietarias, cambios de hábitos, medicamentos antiácidos y evitar medicamentos que lesionan la mucosa del estómago.
El paciente debe comer lentamente, varias veces en el día y en pequeñas cantidades, masticar bien. En general, se sugiere evitar ciertos alimentos que pueden ser irritantes para el estómago como salsas, picante, pimienta, condimentos en general, vinagre, cebolla, ajo, café, mate, dulces, chocolate, frituras, comidas grasosas, conservas y enlatados, bebidas gaseosas, cítricos. Durante y después del tratamiento debe evitar las bebidas alcohólicas y el cigarrillo, ya que afectan la cicatrización de la úlcera.
Los medicamentos que disminuyen la secreción del ácido en el estómago ayudan en la cicatrización de la úlcera y se deben tomar durante uno a dos meses.
Los primeros medicamentos utilizados fueron cimetidina, famotidina y la más conocida, ranitidina. Luego se desarrollaron fármacos más potentes, los inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol, lansoprazol, rabeprazol, pantoprazol y esomeprazol. También existen medicamentos que forman una capa sobre la úlcera y ayudan en su cicatrización como el sucralfato. Todos estos medicamentos necesitan prescripción médica; el médico definirá la dosis correcta y la duración del tratamiento de acuerdo con las características de cada caso.
Los antiácidos que neutralizan directamente el ácido del estómago como el hidróxido de magnesio y aluminio no están indicados por su baja eficacia.
Si usted tiene infección por H. pylori, su médico le recetará dos antibióticos que eliminarán la bacteria en un porcentaje elevado junto con un tercer medicamento que inhibe la secreción del ácido en el estómago. Generalmente, la terapia con antibióticos se prescribe por una a dos semanas. Es importante tomar el medicamento hasta que haya terminado. También debe evitar tomar AINEs como la aspirina, ibuprofeno, diclofenac, naproxeno, ketorolac, meloxicam y dipirona.
¿Las úlceras se operan?
Con el tratamiento adecuado, la cirugía no suele ser necesario. Sin embargo, usted podría necesitar cirugía si la úlcera no se cura, si se complica con sangrado y este no cede con el tratamiento endoscópico o si desarrolla una perforación o una obstrucción en el estómago. Afortunadamente, el tratamiento quirúrgico rara vez se necesita debido a la elevada eficacia del tratamiento médico.
Prevención de la úlcera péptica.
Evite los AINEs, como la aspirina, ibuprofeno, naproxeno y dipirona, entre otros. Puede tomar el paracetamol como analgésico. Si necesita tomar cualquiera de estos medicamentos (incluso el paracetamol) debe consultar a su médico y no debe automedicarse.
También debe evitar el cigarrillo, no masticar tabaco y limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Si se detecta la presencia de la bacteria H. pylori en el estómago, su erradicación con antibióticos previene la recurrencia de la úlcera.
Si se detecta la presencia de la bacteria H. pylori en el estómago, su erradicación con antibióticos previene la recurrencia de la úlcera.
Evitar un fuerte consumo de café, té, gaseosas, pimienta y picantes.
También es recomendable la relajación y el tratamiento del estrés físico y psíquico.
Nota publicada por la Sociedad Argentina de Gastroenterología