Según afirmaron los expertos de la SAR, aún se desconoce cuál es la causa de la AR y por este motivo, se trata de una enfermedad "que no se cura". No obstante, el doctor Venarotti aclaró que "se sabe cuáles son muchos de los mecanismos que provocan la enfermedad; por eso es que los nuevos tratamientos atacan a esos mecanismos y la resolución de la enfermedad es actualmente bastante más frecuente".
En ese sentido, el vicepresidente de la SAR destacó que la AR ofrece una "ventana de oportunidad para su tratamiento durante los primeros tres o cuatro meses" desde que se manifiesta, por lo tanto el diagnóstico y el tratamiento durante ese lapso "pueden marcar una calidad de vida sumamente distinta para ese paciente, que si concurre después de un año".
Asimismo, los especialistas subrayaron que hay estudios científicos que indican que el tabaquismo en la mujer aumenta el riesgo de sufrir AR.
"Está demostrado que el tabaco en la mujer induce a la aparición de la enfermedad", aseguró Arturi, al tiempo que añadió: "Hay trabajos hechos en Estados Unidos, con seguimiento de pacientes que tienen un análisis positivo -que se llama factor reumatoideo-, y aquellos que fuman a lo largo de los años potencian su mecanismo de desarrollar AR y sufren AR en mayor medida que la población en general, que puede tener factor reumatoideo pero que no fuma".
Por otra parte, el presidente de la SAR recordó que aunque la AR es una enfermedad por desgaste y, por lo tanto, es más frecuente en personas mayores, en realidad, esta afección no respeta edades ya que puede darse en distintas etapas de la vida, con diferentes características.
"Hay una forma de AR juvenil que se da hasta los 16 años; después tenemos otra forma que va desde los 16 hasta la tercera edad; y a partir de la tercera edad hay otra forma de presentarse diferente", dijo el especialista.
ESTRES AFECTIVO
Además del tabaquismo, otro factor que -según señalaron los directivos de la SAR- puede actuar como detonante de enfermedades reumáticas, es el estrés afectivo.
"Ese estrés afectivo puede pasar por lo que es el núcleo familiar, laboral o la situación económica del paciente. Entonces, uno encuentra a veces que en condiciones socieconómicas bajas hay más enfermedades autoinmunes o que esas enfermedades son más agresivas", manifestó Venarotti.
"Lo importante de esto -opinó- es que si bien no se sabe cuál es la causa de la enfermedad, si uno hace un interrogatorio a los pacientes que tienen enfermedades autoinmunes, se comprueba que el detonante suele ser un problema afectivo ya que generalmente 20 ó 30 días antes del comienzo de los síntomas existió una separación, la desaparición de un ser querido, o una situación de estrés laboral".
ANTES Y DESPUES
Diez años atrás, el 20% de las personas que padecía AR y fracasaba con los tratamientos convencionales, debía resignarse a padecer la enfermedad porque no había otras opciones terapéuticas que les permitiera alcanzar una mejor calidad de vida.
"El objetivo del tratamiento es lograr la remisión, que es la desaparición de signos y síntomas que marcan la actividad inflamatoria de la enfermedad, o sea, la hinchazón y el dolor", detalló Arturi.
En 1998, el lanzamiento al mercado de los tratamientos biológicos marcó un antes y un después.
Y es que, según comentó el presidente de la SAR, "con el tratamiento convencional de la AR (mediante antiinflamatorios, corticoides a bajas dosis, metotrexato, e hidroxicloroquina, entre otros), se logran buenos o muy buenos resultados en el 70 u 80% de los pacientes".
En tanto, el otro 20% que antes "debía quedar con altas dosis de cortisona y esto implicaba una mala calidad de vida por todas las complicaciones que traen los corticoides en altas dosis", ahora puede recurrir a esta opción biológica que apunta a combatir "el factor de necrosis tumoral, las células b y unas moléculas llamadas de coestimulación (que participan en el diálogo entre las células que producen anticuerpos y una respuesta inmunológica)".
Por último, ambos expertos hicieron hincapié en que la terapéutica biológica sólo es utilizada en aquellos casos en los que ha fracasado la terapia habitual, y precisaron que actualmente existen cerca de 10 tipos de tratamientos biológicos, todos ellos "extremadamente caros".
Resolución Nº1613/08 para Pacientes con Artritis Reumatoidea
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Acceda a la normativa para la certificación de discapacidad en Pacientes con Artritis Reumatoidea.
Mas info:
B.O. 21/08/08 SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION Disposición 1613/2008 Apruébase la Normativa para Certificación de Discapacidad en Pacientes con Artritis Reumatoidea. Bs. As., 1/8/2008 VISTO Que el SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION resulta la autoridad de la aplicación de la Ley Nº 22.431, y CONSIDERANDO Que en virtud de la competencia asignada a este Organismo en relación a la Certificación de la Discapacidad, se hace necesario determinar, en los casos de pacientes con Artritis Reumatoidea, la correspondencia de extender el mismo. Que, a tal fin, se aprueban por la presente, las normas que se anexan que determinan los criterios para extender dicho certificado. Que el Departamento de Asuntos Jurídicos ha tomado la intervención de su competencia. Que la presente se dicta en virtud de las facultades previstas en la Ley Nº 22.431, sus modificatorias y Decretos Reglamentarios y los Decretos Nº 703/95 y 106/05. Por ello, LA SEÑORA DIRECTORA DEL SERVICIO NACIONAL DE REHABILITACION DISPONE: Artículo 1º — Apruébase como Anexo 1 al presente artículo, la Normativa para Certificación de Discapacidad en Pacientes con Artritis Reumatoidea. Art. 2º — Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese. — Grisel Olivera Roulet. |
Nota publicada en la Sociedad Argentina de Reumatología