Seguridad en vacaciones: ¿El viaje comienza un día antes?


Es muy importante, a la hora de planificar un viaje largo en auto, hacerlo bien descansado tanto ese día como los días previos dado que la falta de sueño en la noche anterior al viaje equivale al haber consumido alcohol.

Se ha comprobado, a través de diferentes estudios, que la falta de sueño la noche anterior al viaje puede hacer que los reflejos y la capacidad de reacción se reduzcan. Otro tanto sucede cuando se consumió alcohol. Y el organismo, en esos casos, hasta puede tener microintrusiones de sueño -el conocido cabeceo- que es muy peligroso en caso de estar conduciendo.

¿Cuál es el descanso adecuado? Se calcula que -en adultos- aproximadamente se necesitan entre seis y ocho horas de sueño reparador. Pero cada uno sabrá con qué cantidad se siente realmente descansado, aunque es difícil que uno pueda sentirse bien con menos de seis. Es importante descansar las horas habituales antes de salir y no modificar la cantidad de sueño que el organismo está acostumbrado a tener.



El consumo de alcohol el día antes de salir. Es recomendable evitarlo ya que el alcohol siempre relaja y puede propiciar el sueño pero, al mismo tiempo, lo fragmenta. Si uno consume alcohol -aunque no sea en grandes cantidades- estará perjudicando su descanso. Y eso puede experimentarse con un simple cansancio que, en caso de un viaje largo, puede ser peligroso para los reflejos. No solamente hay que evitar el alcohol durante el manejo.

Beber alcohol en la jornada previa puede producir fallas en los reflejos al día siguiente, cuando la alcoholemia ya es normal.

Las comidas copiosas. Es mejor evitarlas la noche antes de viajar, comer mucho también fragmenta el sueño. Se recomienda cenar liviano la noche anterior y alejado de la hora de dormir. Y evitar salir con un desayuno muy abundante, ya que puede propiciar el sueño durante el trayecto.

Planificar el recorrido. Es conveniente calcular de antemano el tiempo para los descansos y las paradas. Un consejo útil es intentar replicar las costumbres de un día habitual: levantarse a la misma hora, respetar los horarios de las comidas, hacer una pequeña siesta (si uno suele realizarla). Y cuando uno siente fatiga (pesadez en los párpados, enrojecimiento y prurito ocular, bostezos) es bueno detenerse, en la medida que se pueda y respetando el tránsito.
Si uno no duerme durante toda una noche, el organismo tarda siete días en recuperarse, aproximadamente.
Nota perteneciente a la revista Aprender Salud número 23, basada en la entrevista a la Dra. Stella Maris Valiensi, Sección Trastornos del sueño, Servicio de Neurología. Hospital Italiano de Buenos Aires.