CÁNCER GINECÓLOGO

¿Qué es el Cáncer de Cuello de útero?

El cáncer del cuello de útero también se conoce como cáncer cervical o de cérvix. Como sucede con la mayoría de los cánceres, se les da el nombre por la parte del cuerpo en donde empiezan. El cáncer de cérvix o cuello uterino es diferente del cáncer que empieza en otras partes del útero y requiere un tratamiento diferente.
Nuestro organismo está constituido por órganos y éstos a su vez por un conjunto de células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
¿A quienes afecta?
La causa principal es la infección con el virus del papiloma humano (HPV), generalmente transmitido por vía sexual.
La mujer que tiene ciertos factores de riesgo puede tener más posibilidades que otras de cáncer de cuello de útero.

Algunos de los factores de riesgo de cáncer de cuello uterino son:
• Infección de HPV: Los HPV son un grupo de virus que pueden infectar el cérvix.   Hay  más de 100 tipos de virus  algunos de alto riesgo y otros que no  solo producen verrugas genitales que no se transforman en cáncer.   Muchas infecciones por HPV  desaparecen espontáneamente. Una infección de HPV que no se cura, puede causar cáncer de cérvix en algunas mujeres. El HPV es la causa de casi todos los cánceres cervicales. Las infecciones por HPV son muy comunes. Estos virus se pasan de una persona a otra por contacto sexual. La infección por HPV puede también producirse por contacto  de piel, intercambio de ropa. Se recomienda el uso del preservativo   para evitar enfermedades de transmisión sexual.
La mayoría de los adultos han sido infectados con HPV en algún momento de su vida, aunque la mayoría de las infecciones desaparecen por sí solas.
• Irregularidad en hacerse pruebas de Papanicolaou (PAP): El cáncer cervical es más común entre las mujeres que no realizan pruebas regulares de Papanicolaou. El PAP ayuda a que los médicos encuentren células alteradas. Al eliminar estas células anormales se evita generalmente el cáncer cervical.
• Tabaquismo: En las mujeres infectadas con HPV, el fumar aumenta levemente el riesgo de padecer cáncer de cérvix.
• Sistema inmunitario debilitado (el sistema natural de defensa del cuerpo): La infección con VIH (el virus que causa el sida) o el tomar medicamentos que inhiben el sistema inmunitario aumentan el riesgo de padecer cáncer cervical.
• Uso de píldoras anticonceptivas durante mucho tiempo: Su uso durante 5 o más años puede elevar ligeramente el riesgo de cáncer cervical en mujeres con infección de HPV. Sin embargo, el riesgo disminuye rápidamente cuando la mujer deja de usarlas.
• Tener muchos hijos: Los estudios sugieren que tener 5 ó más hijos puede elevar ligeramente el riesgo de padecer cáncer cervical en mujeres con infección por HPV.
¿Cómo se previene?
Las mujeres a partir de los 25 años deben someterse a pruebas de detección precoz de cáncer de cuello de útero.
La citología o prueba de Papanicolaou (PAP), realizada anualmente es una forma eficaz de detección precoz del cáncer de cuello de útero. Es aconsejable que todas las mujeres sexualmente activas y/o a partir de los 25 años y hasta los 70  AÑOS se realicen esta prueba de forma periódica.
Otro método de diagnóstico  que es muy utilizado en nuestro medio es la Colposcopia; se trata de un instrumento que magnifica  las imágenes que ve  el ginecólogo. El especialista puede utilizar uno o los dos métodos es decir PAP Y COLPOSCOPIA
El objetivo de esta prueba es detectar lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino, de tal forma, que el diagnóstico en estas etapas tempranas permita aplicar tratamientos sencillos y obtener una completa curación de las mismas. Para realizar entonces una correcta prevención, es necesario:
  • Visitar al ginecólogo de forma periódica.
  • Mujeres sexualmente activa y/o mayores de 25 años: realizarse el test de Papanicolaou (PAP) o citología cervicovaginal periódicamente, según el criterio del médico.
¿Cuáles son sus síntomas?
Las mujeres con cánceres de cuello uterino en etapa temprana y precánceres usualmente no presentan síntomas. Los síntomas a menudo no comienzan sino hasta que un cáncer se torna invasivo y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas más comunes son:
  • Sangrado vaginal anormal, tal como sangrado después de sostener relaciones sexuales (coito vaginal), sangrado después de la menopausia, sangrado y manchado entre periodos y periodos menstruales que duran más tiempo o con sangrado más abundante de lo usual.
  • Una secreción vaginal inusual (la secreción puede contener algo de sangre y se puede presentar entre sus periodos o después de la menopausia).
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
Estos signos y síntomas también pueden ser causados por otras condiciones que no son cáncer de cuello uterino. Por ejemplo, una infección puede causar dolor o sangrado. Aun así, si usted tiene algunos de estos signos u otros síntomas sospechosos, es importante que vea a su médico de inmediato. Ignorar los síntomas puede permitir que el cáncer progrese a una etapa más avanzada y que se reduzcan sus probabilidades de un tratamiento eficaz.
¿Se puede detectar tempranamente?
El cáncer de cuello de útero es uno de los pocos cánceres que se pueden diagnosticar precozmente, es decir, antes de que la mujer aprecie algún síntoma.
La gran mayoría de los cánceres de cuello de útero se desarrollan a partir de cambios premalignos en las células, por lo que existen dos maneras de evitar la enfermedad: por un lado, se pueden prevenir las lesiones premalignas y por otro lado, detectarlas y tratarlas antes de que estas lesiones invadan en profundidad.
Las revisiones ginecológicas habituales y la realización regular del  test de Papanicolau o citología cérvico-vaginal permite el diagnóstico de las lesiones premalignas, de tal forma, que su tratamiento evita que éstas evolucionen a lesiones invasivas. 
El test de Papanicolau o citología cérvicovaginal sigue siendo la prueba más adecuada y empleada para el diagnóstico de lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino.
Es una prueba sencilla, no dolorosa que se realiza durante el examen ginecológico de rutina. Mediante una espátula se obtienen células del fondo de la vagina y del ectocérvix. Con un pequeño cepillo redondeado se toman células del interior del cuello. Las células así recogidas se depositan sobre un cristal especial denominado portaobjeto, que será enviado al laboratorio para analizar la muestra al microscopio.
Para evitar el mayor número posible de errores es importante que la mujer siga una serie de recomendaciones antes de acudir al ginecólogo para realizar esta prueba:
Evitar las relaciones sexuales en las 48 horas previas a la realización del mismo.
Evitar lavados vaginales en las 48 horas previas.
No utilizar espermicida u otras cremas vaginales 48 horas antes del test.
La prueba debe realizarse entre periodos.
Se recomienda la realización de este test en mujeres que sean o hayan sido sexualmente activas que no hayan sido sometidas a histerectomía o lo hayan sido por cáncer de cérvix o por lesiones premalignas, con edades comprendidas entre 25 y 70  años (recomendación de la CE). El límite de edad superior dependerá de si las dos últimas citologías son normales.
Existe una vacuna para combatir el HPV que produce  cáncer de cuello uterino en la mayoría de los casos. El Ministerio de  Salud Publica incorporo   la vacuna al Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles con carácter gratuito y obligatorio a todas las niñas de  11 años  de edad. Para su aplicación se aconseja la consulta con un profesional.
Mitos y verdades:
El cáncer no le da a las mujeres jóvenes: La edad promedio de las mujeres que presentar cáncer de cuello uterino esta alrededor de los 48 años. Lo anterior no quiere decir que no se presente en mujeres más jóvenes, ya que todo depende de los factores de riesgo a los que se esté expuesto: inicio temprano de relaciones sexuales sin protección, relaciones sexuales con diferentes parejas, antecedentes familiares entre otras.

La vacuna para el VPH protege al 100% contra el cáncer de Cérvix: La protección de la vacuna se ejerce sobre cuatro agentes diferentes del virus, dos de los cuales se han vinculado como causantes del cáncer uterino. Expertos recomiendan que la administración de esta vacuna se debe suministrar antes de que se inicie actividad sexual.

Si fui vacunada contra el VPH, no debo usar condón en mis relaciones sexuales: Se recomienda usar condón en las relaciones sexuales, porque existen numerosas enfermedades transmitidas por vía sexual para las que la vacuna no protege. En el año 2011 se incorporó a la Agenda Nacional de Vacunación  con carácter gratuito y obligatorio la vacuna  para HPV a todas las niñas  de once  años. La aplicación  debe ser para mujeres  de mayor edad pero se recomienda consultar a médico profesional especialista.

El PAP es igual a un examen pélvico: El PAP se realiza, básicamente, con el fin de detectar la presencia o ausencia de células cancerosas en las secreciones vaginales y cervicales. En el examen de la pelvis, el médico realiza un examen del cuello uterino y de otras partes de la anatomía de la mujer. Ambos exámenes son importantes para detectar anormalidades tempranamente.

Si el resultado del PAP es anormal quiere decir que tengo cáncer: No necesariamente. Es indispensable que el resultado sea conocido por su médico, quien interpretará el examen y probablemente, según los hallazgos, remita pruebas de seguimiento. Una citología anormal puede indicar una condición precancerosa que puede ser tratada si se detecta oportunamente. Así mismo, una citología negativa no siempre quiere decir que la mujer no tiene cáncer, por eso la importancia de la evaluación médica periódica y el reconocimiento de señales de alarma como sangrado abundante o dolor pélvico.

Después de un tratamiento para cáncer cervical se puede tener hijos El cáncer cervical precoz se puede curar con la extirpación o destrucción de los tejidos precancerosos o cancerosos. Existen diversas formas quirúrgicas de hacer esto sin extirpar el útero ni dañar el cuello uterino, de tal manera que la mujer pueda aún tener hijos en el futuro.

Nota publicada en la página de LALCEC

Prevención del cáncer de mama

¿Qué es el Cáncer de Mama?
El cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Cuando las células tumorales proceden del tejido glandular de la mama y tienen capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, hablamos de cáncer de mama. Se estima que el riesgo de padecer cáncer de mama es de, aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres  (si la mujer alcanza los 80 años)
¿A quienes afecta?
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres.  Pero el cáncer de mama no es una enfermedad exclusiva de mujeres. Aunque en un porcentaje muy pequeño, los hombres también pueden padecerlo.
Hay mujeres con ciertos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecer cáncer de mama.
Algunos de los factores de riesgo de cáncer de mama son:
  • Edad: Las probabilidades de padecerlo aumentan conforme la mujer envejece. El riesgo es especialmente alto en mujeres mayores de 60.
  • Antecedentes personales: La mujer que ha tenido cáncer en una mama tiene un riesgo mayor de padecerlo en la otra mama.
  • Antecedentes familiares: El riesgo de presentar cáncer de mama es mayor si madre, hermana o hija, tuvieron cáncer de mama. El riesgo es aún mayor si ese familiar tuvo el cáncer antes de los 50 años de edad.
  • Ciertas alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan considerablemente el riesgo de este tipo de cáncer.
  • Antecedentes relacionados con la reproducción y la menstruación:
  • Cuanto mayor es la edad de la mujer al momento de su primer parto, mayores son las probabilidades de cáncer de mama.
  •  Las mujeres que nunca tuvieron hijos tienen un mayor riesgo de cáncer de mama.
  • Las mujeres que tuvieron su primera menstruación antes de los 12 años tienen un riesgo mayor de cáncer de mama.
  • Las mujeres que entraron en la menopausia después de los 55 años de edad tienen un riesgo mayor de cáncer de mama.
  • Las mujeres que reciben terapia hormonal para la menopausia durante  más de 5 años tienen mayor riesgo de cáncer de mama.
  • Densidad de la mama: Las mujeres cuyas mamografías muestran mayor cantidad de zonas de tejido denso respecto de otras mujeres de la misma edad tienen un riesgo mayor de cáncer de mama.
  • Obesidad o sobrepeso después de la menopausia: La posibilidad de tener cáncer de mama después de la menopausia es mayor en las mujeres obesas o con exceso de peso.
  • Inactividad física: Las mujeres que son inactivas físicamente pueden tener un riesgo mayor de padecerlo.
  • Consumo de alcohol: Algunos estudios sugieren que cuantas más bebidas alcohólicas consume una mujer, mayor es el riesgo de este tipo de cáncer.
Que una mujer tenga un factor de riesgo no significa necesariamente que vaya a tener cáncer de mama.
¿Cuáles son sus síntomas?
En fases iniciales de la enfermedad, el cáncer de mama no suele producir ningún tipo de síntoma, pero a medida que el tumor crece, puede cambiar la forma como se ve y se siente la mama. Los cambios comunes son:
  • Un  bulto, nódulo o engrosamiento en el seno, cerca del mismo o en la axila
  • Un cambio en el tamaño o forma de alguna de las mamas
  • Piel del seno hendida o arrugada
  • Cambios en el pezón, como por ejemplo una retracción (hundimiento)
  • Retracción de la piel
  • Secreción (fluido) del pezón, especialmente si contiene sangre
  • Alteraciones en la piel de la mama, del pezón o de la areola (área oscura de la piel en el centro del seno): aparición de úlceras, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja. Eczema del pezón y areola
  • Irregularidades en el contorno.
  • Menos movilidad de una de las mamas al levantar los brazos.
  •  Dolor en la mama a la palpación. A pesar  que el dolor no es signo  de cáncer de mama, el dolor es para consultar. El cáncer no duele
Prevención:
Un riesgo medio de padecer cáncer de mama puede reducirse cambiando los factores de riesgo modificables:
  • Llevar una vida saludable
  • Realizar ejercicio físico de forma regular
  • Mantener una dieta equilibrada
  • No fumar
  • No beber alcohol
Por tanto, cada mujer puede reducir el riesgo de tener cáncer de mama realizando pequeños cambios en su estilo de vida.
¿Cómo se detecta el cáncer de mama?
Las pruebas y exámenes de detección tienen el propósito de encontrar una enfermedad, como el cáncer, en las personas que no tienen ningún síntoma. Mientras más temprano se detecte el cáncer de seno, mejores son las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito. El propósito es la detección de los cánceres antes de que generen síntomas. El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar precozmente; es decir, antes de que se note algún síntoma.
¿Por qué es necesario el diagnóstico precoz?
Las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial son prácticamente del 100%.
Se ha podido demostrar que, gracias a la realización de campañas de diagnóstico precoz de cáncer de mama, la mortalidad por esta enfermedad ha disminuido de una forma significativa, al menos cuando se realiza en la edad de mayor incidencia (por encima de los 50 años)
La técnica utilizada y mundialmente aceptada es la mamografía, que consiste en una radiografía de las mamas, capaz de detectar lesiones en estadios muy incipientes de la enfermedad. La dosis de radiación empleada en la mamografía es mínima, por lo que resulta inofensiva    
La mamografía es una placa de rayos x de la glándula mamaria que se realiza con una maquina especialmente diseñada para ello. LALCEC y la Sociedad Argentina de Mastologia  recomiendan realizar la primera mamografía  a  partir de los 40 años. La periodicidad  posterior es de 1 o 2 años,  según indicación del especialista. A partir de los 50 años,   se recomienda anualmente. En mujeres menores de 40 años con antecedentes familiares,   el especialista puede indicarla antes de los 40 años.
En las mujeres jóvenes y con mamas densas  el especialista puede sugerir una ecografía, también llamada ultrasonografia;  que si bien no es método de pesquisa es un excelente complemento de la mamografía.
Otros métodos complementarios a la mamografía son la exploración física, realizada periódicamente por el médico o por la propia mujer. Sin embargo, este método no permite diagnosticar tumores pequeños, que sí serían diagnosticados con una mamografía. Se estima que la mamografía permite detectar el 90% de los tumores y el examen físico solamente un 50%.

No se recomienda la realización de autoexploración de las mamas como único método de diagnóstico precoz, debido a su baja fiabilidad.
Mamografía:las mujeres de 40 años en adelante deben hacerse una mamografía de detección al año, y deben seguir sometiéndose a esta prueba mientras estén en buen estado de salud.Aun cuando algunos cánceres pueden pasar desapercibidos por el mamografía, dicho estudio es una forma muy efectiva para la detección del cáncer de mama.
Ecografía mamaria: No es un método de pesquisa, pero es complemento en circunstancias, el médico puede solicitar  especialmente en mujeres jóvenes y con mamas densas.
Examen clínico de la mama:las mujeres de 20 a 39 años de edad deben someterse a un examen clínico de los senos como parte de un examen periódico de salud, por parte de un profesional médico al menos cada 3 años. A partir de los 40, las mujeres deben someterse a un examen del seno por parte de un profesional de la salud todos los años. Pudiera ser recomendable someterse al examen clínico de los senos poco antes de la mamografía. El examen le puede ayudar a familiarizarse con la forma en cómo sus senos lucen y se sienten.
Autoexamen de las mamas:Para las mujeres a partir de los 20 años de edad. Se debe orientar a las mujeres sobre los beneficios y las limitaciones del autoexamen de los senos. Las mujeres deben informar de inmediato a un médico experto sobre cualquier cambio que noten en el aspecto y sensación de los senos.
La investigación ha demostrado que el autoexamen de los senos tiene una función menor en el descubrimiento del cáncer de seno cuando se compara con el descubrimiento casual de una masa o bulto, o simplemente con el ser consciente de lo que es normal en cada mujer. Si decide hacerse el autoexamen de los senos (es aceptable que las mujeres opten por no hacerse el autoexamen) pida a su doctor que observe cómo lo hace durante el examen físico que usted se hace normalmente para asegurar que lo hace correctamente. Si usted se hace este examen habitualmente, puede familiarizarse con el aspecto y sensación normal de sus senos y detectar con más facilidad cualquier cambio. Pero no hay problema si no se realiza el autoexamen, o si no lo hace bajo fechas estipuladas.
Ya sea que se realice el autoexamen o no, el objetivo es que acuda a un médico de inmediato si nota cualquiera de los siguientes cambios: una masa o protuberancia, inflamación, irritación o formación de hoyuelos o hendiduras en la piel, dolor o retracción (contracción) de los pezones, enrojecimiento o descamación de los pezones o de la piel de los senos, o una secreción que no sea leche materna. Recuerde que en la mayoría de los casos, cualquiera de estos cambios en los senos no quiere decir que usted tenga cáncer.
Mitos y Verdades sobre el cáncer de mama
  • Si no tengo antecedentes familiares no tendré cáncer: Si bien la predisposición hereditaria es uno de los principales factores de riesgo, más 80% de las mujeres afectadas por cáncer de mama no tiene antecedentes familiares. Por eso es recomendable realizar los controles periódicos en salud, con un examen físico anual por parte de un profesional y a partir de 50 años una mamografía cada 2 años.
  • Si mis antecedentes familiares provienen de la rama paterna, no tendré cáncer de mama: Esto es falso, los antecedentes de ambas ramas de la familia, materna y paterna, son igualmente importantes.
  • El cáncer de mama no se da hasta la menopausia: Si bien es cierto que el riesgo de tener cáncer de mama aumenta con la edad (más del 70% % de cánceres de mama se producen en mujeres mayores de 50 años) los tumores de mama pueden aparecer a cualquier edad. Por ello es importante consultar ante la presencia de síntomas.
  • No se puede hacer nada por evitar la enfermedad: Se pueden hacer cosas para que sea menos posible enfermarse de cáncer de mama: practicar un estilo de vida saludable. Está demostrado que aumentan el riesgo de cáncer de mama la vida sedentaria, la obesidad en la postmenopausia, dieta rica en grasas saturadas y el tabaco, entre otros. Por ende se recomienda: dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas, ejercicio físico, no fumar y limitar el consumo de alcohol. Además, Se pueden hacer cosas para que, si aparece un cáncer de mama, las posibilidades de curarlo sean mayores: Revisiones periódicas y mamografía para la detección precoz. Permite tratarlo a tiempo y aumentar las chances de curación. Cuando más pequeño es el tumor, mayor es la posibilidad de curación y menos agresivo es el tratamiento.
  • Tener los pechos pequeños hace ser menos propensa al cáncer de mama: El tamaño de las mamas no tiene relación con la probabilidad de tener cáncer.
  • Los corpiños con aro y/o dormir con el corpiño puesto, dificultan la circulación sanguínea y linfática y pueden desencadenar en cáncer: Es aconsejable utilizar un corpiño que no ajuste demasiado ni comprima los pechos porque esto puede provocar dolores en las mamas o marcas en la piel pero no existe relación alguna entre la ropa interior y el riesgo de desarrollar la enfermedad.
  • Si no hay síntomas no debo preocuparme: El 75% de casi 18.000 mujeres que son diagnosticadas cada año con esta enfermedad en la Argentina no tenían ningún factor conocido de importancia; muchas de ellas no tienen síntomas específicos. Por eso es esencial el control periódico. En algunos casos la enfermedad se anuncia a partir de algún síntoma como nódulos en la mama, cambios en la coloración o textura de la piel, ganglios axilares duros o persistentes entre otros. Esos síntomas deben llevar a la mujer a la consulta.
  • No hay posibilidad de padecer cáncer de mama si se ha padecido otro cáncer con anterioridad: El riesgo aumenta si previamente se ha sufrido otro cáncer como de colon o de ovario.
  • La ingesta de anticonceptivos favorece la aparición de cáncer de mama: No hay una evidencia científica que demuestra que los anticonceptivos orales producen cáncer de mama en la población sin antecedentes familiares ni personales.
  • El uso antitranspirantes es nocivo y contribuye a la aparición de cáncer de mama: Los antitranspirantes no provocan problemas de salud (a excepción de reacciones alérgicas de la piel en las personas muy sensibles) por lo tanto su utilización es segura y no representa ningún riesgo para las personas.
  • Tener cáncer de pecho es tener una sentencia de muerte: El cáncer se puede detectar y tratar en su fase temprana, antes de que se extienda. Incluso si el cáncer se hubiese extendido, existen nuevos tratamientos y terapias que pueden ayudar tanto a sobrevivir como en la calidad de vida.
  • Tener hijos y amamantarlos es una protección segura contra el cáncer de mama: Es cierto que tener hijos y amamantarlos antes de los 30 años de edad reduce el riesgo, pero no por ello es una garantía contra el cáncer de mama.
  • Tuve cáncer de mama hace 5 años. Hasta ahora no pasó nada, por lo tanto mi cáncer de mama no se repetirá: El cáncer de mama puede volver en cualquier momento, aunque hay más posibilidades de que suceda en el lapso de los primeros 5 a 10 años. Por eso es muy importante cumplir con el seguimiento planteado por los profesionales y de por vida.
  • Tengo un nódulo en la mama. Es cáncer: La mayoría de los nódulos en la mama NO son cáncer. Pero como también puede ser una forma de presentación de la enfermedad, todo nódulo u otro síntoma que aparezca en la mama debe llevarla a la consulta médica sin demora.
  • Remedios de hierbas y suplementos nutricionales pueden ayudar a curar el cáncer de mama: No hay ningún estudio científico que pruebe que los remedios de hierbas o suplementos nutricionales ayuden a curar el cáncer de mama. Algunas de estas medicinas alternativas afectan la eficacia de los medicamentos que los médicos prescriben habitualmente y pueden causar efectos secundarios o interferir con la efectividad de las terapias tradicionales. Es importante decirle al médico qué otros tratamientos está recibiendo el paciente.
  • Fui llamada porque necesitaban tomar "proyecciones adicionales" de las mamas después de mi mamografía. Quiere decir que tengo cáncer: Las "proyecciones adicionales" son necesarias para definir una imagen que no es clara en la mamografía, pero esta imagen “no clara” puede ser una masa benigna o simplemente mama normal.
  • Las mamografías son dolorosas: ¿Son las mamografías cómodas? No. Pero no producen un dolor insoportable, y la mayoría de las mujeres confirmarían lo mismo. Las mujeres que todavía menstrúan deben organizar su turno para la mamografía durante las dos primeras semanas de su ciclo menstrual, cuando sus mamas están menos sensibles. Si usted encuentra que las mamografías son dolorosas hable con la técnica que la realiza. Debe tener en cuenta que la compresión ayuda a tener una mejor imagen, que facilitará la lectura del médico radiólogo/a.
  • Mi nódulo en la mama es muy doloroso, por lo que seguramente no es cáncer, ya que los nódulos cancerosos, supuestamente no son dolorosos: En general el cáncer de mama no causa dolor, pero su ausencia no excluye la posibilidad de cáncer. El dolor es un síntoma inicial de cáncer en un bajo porcentaje o en estadios avanzados. No hay relación entre el hecho de que un nódulo sea o no doloroso, con el hecho de que sea cáncer. Toda tumoración en la mama debe ser controlada por un médico.
  • Si un cáncer es expuesto al aire durante una cirugía, se va a propagar: La cirugía no causa la propagación del cáncer. Por el contrario, es un pilar fundamental en el control local de la enfermedad. Dejar el tumor sin tratamiento es el punta pie inicial para que la enfermedad progrese y se disemine.
  • La terapia de radiación es peligrosa y quemará mi corazón, mis costillas y mis pulmones:
    Las técnicas actuales de radiación son seguras y efectivas para tratar cáncer de mama y presentan pocas complicaciones. Los métodos utilizados en la actualidad minimizan la exposición del corazón, costillas y pulmones a la radiación. Puede ser que las mujeres sufran un oscurecimiento de la piel durante el tratamiento o un enrojecimiento similar a una quemadura por exposición solar. Esto desaparece una vez que termina el tratamiento.
  • Las radiaciones  que genera la   mamografía me traerán problemas: No es verdad que la mamografía genere  riesgos
  • Comer pollo aumenta el riesgo de tener cáncer de mama: Existe la falsa creencia de que a los pollos se les inyectan hormonas para que logren un mayor crecimiento en menor tiempo. El crecimiento extremadamente rápido de los pollos de engorde es muy fácil de explicar y entender a través del mejoramiento genético que se logran estos niveles de productividad. Por ende los pollos no cuentan con ninguna sobrecarga hormonal, y además es una carne blanca por lo que  puede incluirse en toda dieta equilibrada.
  • Si tengo síntomas, ya es tarde: Si bien es cierto que el pronóstico del cáncer de mama es mejor cuanto más pequeño sea, muchas mujeres se curan aun teniendo nódulos palpables. Siempre se está a tiempo para recibir tratamiento y mejorar.
  • La punción desparrama el cáncer: Las punciones con agujas finas o gruesas se usan desde hace mucho tiempo para hacer diagnóstico. Son métodos seguros y NO diseminan la enfermedad. Las complicaciones que pueden ocurrir, con poca frecuencia, son hematomas y muy raramente infecciones.