En los meses de altas temperaturas se transpira más de lo habitual, entonces resulta necesario tomar la cantidad de agua suficiente para prevenir la deshidratación -que se genera cuando la eliminación de líquido supera a su ingesta- y para prevenir golpes de calor.
- Aumento de la sed
- Sequedad en la boca
- Debilidad
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Desmayos
- Náuseas
- Palpitaciones
- Confusión
- Orina oscura
- Tener siempre a mano agua para beber.
- Incorporar el hábito gradualmente, sumando un vaso a la ingesta usual, y así sucesivamente.
- Cuando se realiza actividad física, ya sea intensa o liviana, es recomendable hidratarse antes, durante y después del ejercicio, con pequeñas tomas de agua.
- Ofrecer agua a quienes nos rodean, para protegerlos a ellos también.
El agua no contiene calorías ni aditivos, por lo que además de proveer una hidratación saludable, puede contribuir en el control y prevención del sobrepeso y la obesidad.
Fuente: OSDE
Fuente: OSDE